viernes, 6 de mayo de 2011

Lenguaje I

Sociologia:
Uno de los campos de estudio de la sociología del lenguaje, compartido con la etnografía del habla o etnolingüística, está constituido por las actitudes lingüísticas (un término utilizado por primera vez en Fishman 1972) y las representaciones sociales frente al lenguaje, pese a que se encuentran diferenciadas por su metodología.
Las actitudes incluyen todas las reacciones valorativas de los hablantes hacia una lengua o variedad, que pueden ser sólo subjetivas o también sociales según el consenso que tengan en la comunidad. Una lengua o variedad lingüística puede ser considerada "pobre", "rica", "dulce", "áspera", "fea", "hermosa", etc., lo que a menudo se extiende a los hablantes de esa lengua o dialecto particular. Ello se da tanto dentro de una comunidad lingüística como hacia fuera (un buen catálogo de este tipo de prejuicios puede encontrarse en Tusón 1997). Esas actitudes hacia una lengua, que pueden parecer naturales o inocentes, suelen influir en su adquisición; así, por ejemplo, si una variedad es considerada prestigiosa motiva que los miembros de una comunidad estén interesados en aprenderla. Sin embargo, también puede ocasionar la reacción contraria: los miembros de la comunidad se identifican con su grupo de pertenencia y se niegan a adquirir o entender la otra variedad. El prejuicio lingüístico también puede volverse contra la propia lengua, cuando se percibe que hay otra más poderosa en la sociedad. En ese caso, se hablará de autoodio lingüístico, como Mary Louise Pratt (1993).